
Cada vez que utilizo cerveza negra en algún postre, su aroma me recuerda a los Irish bombs que me pude tomar en mi época de jovenzuela…La cerveza negra por si sola no me gusta, pero al conjugarla con el chupito de Baileys y el chorrito de Jameson, eso era igual a noche de risas aseguradas. En fin, qué tiempos aquellos…
Estos cupcakes están de muerte. El bizcocho tiene el punto justo de amargor, y junto a la crema de queso, el bocado resulta como una bomba. El toque de los pretzels es opcional, pero resulta una combinación muy chachi por la unión de lo salado y el chocolate.